¿La Guaira lejos? ¡Qué va! ¡Eso era antes! Vecinos, comerciantes, conductores, turistas y visitantes ya están preparados para lo bueno: las largas colas que tanto les agobiaban por el embudo que se formaba en la vía de contingencia formarán parte del pasado, y ahora el litoral varguense estará más cerca de la capital por el enlace que se creará, a partir del próximo, jueves con el nuevo Viaducto 1.
Conductores y pasajeros viven un viacrucis al tratar de trasladarse entre la ciudad capital y el estado Vargas: una hora y pico para bajar y mucho tiempo más para subir, tomando en cuenta que el tráfico que comienza en Catia y en el Viaducto 2. Ya las casi cuatro horas que se perdían yendo y viniendo, se reducirán a poco menos de 60 minutos.
Muchas expectativas hay para este fin de semana y para los que viajen, sobre todo para los comerciantes, pues esperan que las ventas sean mayores, como también se piensa que se incrementará el volumen de bañistas que habrían dejado de bajar a La Guaira desde el 5 de enero de 2006, cuando se restringió el paso por el viejo viaducto debido a la falla que al final terminó en una debacle, el 19 de marzo de ese mismo año.
"¡Ahora Vargas sí que se va a poner a valer!" es el comentario de todos los varguenses, quienes esperan que las autoridades gubernamentales no los dejen en el olvido y sigan "metiéndole mano", a la entidad para revalorizarla y convertirla en una importante región turística del país.
LA GUAIRA: CERCA DE NUEVO
Para los comerciantes en general, dueños de restaurantes y vendedores playeros, aquellos que preferían ir a las playas de Barlovento, ahora volverán a Catia La Mar o La Guaira, dependiendo del gusto.
Esto es de buen augurio para ellos, aunque no lo es tanto para quienes se dedicaban a vender souvenirs, bebidas refrescantes y chucherías en las colas que se formaban en ambos sentidos de la trocha.
José Merchán se ha dedicado a ofrecer "papitas, maní y tostón" en la vía Caracas-La Guaira desde que se cayó el viejo viaducto, hace un año y tres meses: "Ahora me tendré que ir a la autopista Francisco Fajardo, a la altura de Plaza Venezuela o Altamira, para tantearme en las colas".
De sus 38 años, 22 los ha consagrado a la buhonería, y las mejores ventas las hizo durante el tiempo que la autopista estuvo en construcción. Sin embargo, no pierde esperanzas en volver, pues aunque asegura que se ha hecho un buen trabajo en el Viaducto 1, sabe que en temporadas de vacaciones, como Carnavales y Semana Santa, por ejemplo, el tráfico volverá, al igual que él y sus compañeros.
Luis Rodríguez espera el fin de semana, pues sabe que -aunque no le ha ido mal en la venta de trajes de baños y artículos playeroslos bañistas se incrementarán y, por ende, también serán más los compradores.
Faustino Carmona, dueño del restaurante Los Cuadrados, tiene su "mente positiva", ya que para los caraqueños "La Guaira está cerca de nuevo y con el Viaducto, 25 minutos bastarán de viaje".
Como ellos, muchos otros verán sus vidas regresar a los tiempos de antes, a la normalidad.
TARIFAS MÁS BAJAS
Para quienes van o llegan al Aeropuerto de Maiquetía también es un alivio el hecho de que no tendrán que movilizarse por la "trocha" o por la Carretera Vieja. No así será para los bolsillos de quienes se dedican a llevar viajeros por estas rutas, pues ahora los precios de los pasajes deberán ser menores, ya que no tendrán como excusa el congestionamiento de la vía alterna.
Edgar Silva, supervisor de la lí- nea Taxitour en Maiquetía, señala que la tarifa promedio para los clientes, está entre 110.000 y 150.000 bolívares, dependiendo del lugar adonde se debía llevar o buscar a la persona.
"Las líneas nos reuniremos a replantear las tarifas. Puede ser que se abaraten para las vías más cortas, como Catia, el centro, El Paraíso, La Candelaria y San Bernardino, pero pensamos que las largas, como Alto Prado, Manzanares, La Lagunita y La Boyera, por ejemplo, se cobrarán igual porque son recorridos más distantes y de accesos más difíciles".
Lo cierto es que La Guaira ya no está tan lejos, por lo que se espera que sus playas sean nuevamente las consentidas de muchos caraqueños y visitantes.
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