Durante una entrevista que el presidente Hugo Chávez concedió a la agencia española, afirmó que no tiene planes de nuevas nacionalizaciones y que "si el pueblo dice no", no habrá reforma constitucional.
Nuevas nacionalizaciones "no están en nuestros planes" y "llamamos a colaborar a los sectores privados", dijo el mandatario, quien acotó que éstos, sean nacionales o extranjeros, pueden "coexistir con esta revolución, siempre que cumplan con las leyes".
En las declaraciones que dio en su natal Barinas, el jefe de Estado advirtió, no obstante, que "hay empresas privadas que se dedican a sabotear los planes del Gobierno (...) no pueden seguir funcionando si atentan" contra las leyes.
Interrogado sobre qué pasaría si los venezolanos dicen no en referéndum consultivo al proyecto de reforma de la Constitución de 1999, que establecería la reelección indefinida, señaló: "No es no. Sería no. Si el pueblo dice que no, no se reforma la Constitución".
El gobernante dijo que no ve espontaneidad en las manifestaciones estudiantiles: "Es difícil verla si la hubiera". A su juicio, "todo es parte de un plan" dirigido por Estados Unidos y "sus lacayos" en Venezuela.
En otro momento de la entrevista, realizada en la fi nca de uno de sus hermanos, ante la pregunta de si admite la posibilidad de que los estudiantes puedan protestar para expresar su opinión sin ser manipulados por nadie, Chávez respondió: "Ojalá sea así.
Uno quiere personas conscientes, no autómatas".
Consideró, sin embargo, que estas manifestaciones de "hijos de ricos" son un "show a la vista de todos" y agregó que, incluso, "gente de la oposición seria" las califi ca de ser "otra locura".
Distancia de España.
El Presidente, que acudió a Barinas el 17 de junio, Día del Padre en Venezuela, opinó que las declaraciones del canciller español, Miguel Ángel Moratinos, sobre RCTV son una "falta de respeto" a su país y dijo que por ello tomó distancia de España.
Cree que Moratinos cedió a presiones de parte de parlamentarios pertenecientes al partido del ex presidente José María Aznar, a quien acusó de ser un fascista.
"Qué tengo yo que meterme en decisiones que toma el Gobierno español... Sería un irrespeto a España", comentó, y a continuación añadió: "La quiero tanto a la España.
Fui a Toledo, vi La Mancha...
Conseguí el alma de España.
No se valora el esfuerzo que uno hace por tener unas relaciones de afecto, de respeto, de cooperación, en todos los sentidos".
Chávez también señaló que las relaciones de Venezuela con la Unión Europea "deberían ser mejores" y consideró que "hay muchas incomprensiones, muchos complejos" por parte de los europeos.
En su opinión, Europa no tiene por qué "meterse en las cosas internas de América Latina".
Hizo referencia a que "nosotros somos muchas veces los sudacas, los indios" y agregó que "a los europeos no les gusta que uno les recuerde el genocidio de la colonia. Europa tiene que darse aquí en el corazón".
Viaje a Rusia. Cuando se le interrogó sobre una eventual compra de submarinos rusos en su viaje a Moscú, pautado para la semana próxima, el Presidente respondió que era posible, aunque matizó después: "Ahora creo que no".
"Estamos en proceso de estudio. El tema de fondo es Estados Unidos, otra vez, sus planes contra Venezuela y la pretensión de desarmarnos", dijo.
Indicó que actualmente el Gobierno estaría "montando un sistema de defensa con lo mejor del mundo, con Rusia, Bielorrusia, China. Pronto tendremos instalados unos cohetes que puedes mandar de aquí a unos 200 kilómetros".
Aseguró que Venezuela está potenciando su poder aéreo, terrestre y marítimo y que por eso "no sería raro que compremos unos submarinos".
Tras su visita a Moscú, que responde a una invitación del presidente Vladimir Putin para asistir a unas carreras de caballos, Chávez dijo que a lo mejor viajaría a Minsk y luego a Teherán, y tal vez a un cuarto país, aunque no precisó cuál sería. REGRESAR |