Hay un tema relacionado con la estrategia de relación y conexión de una empresa con sus empleados que Central Madeirense (CM) no termina ni de aceptar ni de entender. Ya en septiembre/2008, fue pública y notoria la protesta de sus trabajadores de distintas sucursales en Caracas y en el interior del país, por reivindicaciones salariales. En esa oportunidad como en la reciente, la protesta fue motorizada por los miembros del Sindicato Nacional Bolivariano de Trabajadores de CM (Sinbonatracema).
Lo anterior conduce a determinar que el riesgo de que se presente un problema con los empleados y su sindicato, que afecte significativamente las operaciones de CM y sus futuros intereses, puede ser calificado como de probabilidad e impacto altos. A pesar de que miembros del sindicato ya han manifestado que: \"No queremos ninguna expropiación. Nosotros hemos conseguido muchos beneficios y oportunidades aquí (sic)\", frase que devela la singular evolución de éste nuevo espécimen sindical acomodaticio y utilitario, hay dos ingredientes que vienen a complicar el cuadro de riesgo que define la situación actual de CM. Uno es lo sucedido meses atrás con Sidetur, hecho que se inserta en una microtendencia cuya dinámica genera condiciones ideales para la confiscación de la propiedad por parte del Gobierno. Otro es el manifiesto interés del Gobierno en establecer una alianza \"estratégica\" con CM.
En efecto, a principios de junio/2010, el presidente Chávez, anunció que la red de mercados CADA pasaría al Gobierno Nacional y también una posible alianza con CM. Unos 10 meses después, el 26/abril/2011, el presidente Chávez le repitió la invitación pública al CM para trabajar de forma conjunta con el Gobierno Nacional en función de garantizar mayor calidad y accesibilidad alimentaria en el país.
De cara a las cercanas elecciones de 2012, siendo el CM la mayor cadena de supermercados del país con 48 locales, estando especialmente dirigida al segmento clase media baja y teniendo un sindicato bolivariano, la propuesta de alianza estratégica por parte del Gobierno y en su modo de ver las cosas, no solamente luce viable, sino también perfecta: Después de todo, la experiencia con Éxito (ahora Hipermercado Bicentenario) le ha indicado al presidente Chávez un camino en donde la confiscación no necesariamente tiene que materializarse.
El conflicto se inició el 13/mayo/2011 cuando cuatro trabajadores de una de sus sucursales fueron \"botados\" y lo cual originó el cierre de todas las sucursales con un paro perfectamente definido de sus trabajadores: Hasta que la gerencia de la cadena devolviera a los trabajadores despedidos a sus puestos de trabajo, hecho que ocurrió apenas 3 días después, el 16/mayo/2011, cuando tuvo lugar el reenganche.
Tantos años en el mercado para venir a aprender el último día que éstos errores se pagan, en la Venezuela del siglo XXI, bien caro: Con un inútil pulso de fuerza perdido ante un sindicato bolivariano, con un hueco en la imagen y en la reputación frente a sus clientes y frente a los gerentes de éste país, y con un impacto económico negativo debido al cierre y a la pérdida de productos perecederos. La parte positiva es que, por el momento, se han salvado de una posible confiscación de la propiedad por parte del Gobierno, que le tiene ganas desde hace rato largo. REGRESAR |