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Hoy termina para los habitantes del estado Vargas una agonía de 18 meses que se inició el 5 de enero de 2006, cuando las autoridades de Protección Civil ordenaron el cierre de la autopista Caracas-La Guaira, luego de un movimiento de cinco centímetros que hacía inminente el colapso de la estructura.
El fenómeno que dio lugar al posterior derrumbe controlado del puente de 300 metros de largo, construido durante la gestión de Marcos Pérez Jiménez, fue la falla de Tacagua y el desplazamiento del cerro que, a un costado de la autopista, empujó la armadura de concreto hasta hacerla caer como si fuera una galleta.
La inauguración de este nuevo Viaducto I, que es tres veces más largo, podría generar incertidumbre, pues la naturaleza, en su caprichoso movimiento, sigue empujando a la quebrada Tacagua que atraviesa la cordillera central.
Giovanni Bianco, secretario general del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV) y actualmente profesor de la Universidad de Carabobo (UC), en el área de Estructuras, asegura que la ingeniería venezolana ha logrado sortear con gran éxito este problema fundamental.
Señala que aunque la falla sigue activa, los estudios de morfogeología y los análisis de los suelos hicieron que se creara este nuevo trazado que evadió el inconveniente.
"Las fundaciones de las pilas que sostienen el nuevo Viaducto I, están en terrenos muy estables, resistentes y además confiables", aseguró Bianco.
El catedrático reconoce que la naturaleza es impredecible, pero considera que la ingeniería en el país está en capacidad de dar respuesta a eventuales problemas que se pudieran presentar pero "por fallas no va a colapsar porque no depende de uno o dos apoyos como sucedió con el anterior Viaducto I, éste depende de muchos apoyos y es una estructura altamente interestática, que cuenta con vínculos", explica.
Las autoridades del Ministerio de Infraestructura -sostiene el vocero del CIV-, lo han logrado, "eso implica que el trazado no es paralelo al que tenía el anterior, aunque es más largo se buscó una solución en el menor tiempo posible, debido a que se trataba de un problema nacional", dice.
OBRA CON CIERTOS COSTOS
Bianco advierte que una estructura del tipo clásico (tipo arco como el anterior viaducto) hubiera tomado más tiempo. Indica que la actual es diferente y consiste fundamentalmente en una unión, a través de unos elementos tipo sandwich, conocidos como "los vínculos", que funcionan de forma hiperestática.
Este sistema permite que la estructura se mueva, pero dentro de cálculos estipulados, lo que hace imposible que se desprenda o que por su condición de inclinada, se ruede hacia el estribo de La Guaira.
Bianco reconoce que el sistema de vínculos permite que el puente pueda soportar las cinco capas asfálticas y el peso al que será sometido, constantemente, por el tránsito automotor, y el tráfico pesado.
Por ello no duda en afirmar que es "una estructura moderna y de vanguardia en el mundo desarrollado y la primera construida en el país con estas características de pendiente pronunciada".
El académico indicó que es una respuesta inteligente, pero esta ingeniería tiene sus costos, porque este puente no se compara con obras que se hicieron en el siglo pasado, que luego de construidas, se olvidaban del mantenimiento.
Este tipo de obra debe mantenerse bajo cuidado e inspección constantes y, además, con la eventual reposición de elementos importantes. Bianco dice que "lamentablemente en el país carecemos de una cultura de mantenimiento y si está en manos del Estado que tradicionalmente ha demostrado incapacidad, la cosa puede ser preocupante".
Los cálculos del CIV son que el Viaducto I podría llegar a tener problemas en un período de seis ó siete años, si desde ahora abandonan la estructura, pero con el mantenimiento adecuado puede llegar a 30 ó 35 años, y si se hacen las rehabilitaciones necesarias de la estructura puede llegar a 35 años más, incluso podría superar la vida útil de la propia autopista Caracas-La Guaira.
EL PROBLEMA NO TERMINA
El secretario general del CIV, asegura que los problemas de la autopista Caracas-La Guaira no están resueltos, porque los cuatro primeros kilómetros de esta vía son inservibles y tienen fallas profundas donde "se ha gastado todo el dinero del mundo para mantenerlas y estabilizarlas", afirma.
Es una dificultad que tiene más de 20 años -señalay aparentemente las fallas se estabilizan, pero después de cierto tiempo se vuelven a evidenciar. El ingeniero recomienda al Gobierno que comience desde ya la realización de un nuevo trazado para eliminar este trayecto. "Se prometió para enero de este año iniciar la construcción del nuevo viaducto, pero hasta ahora sólo se quedó en promesa", aseguró.
Otra de las dificultades que confronta el viaducto es la inclinación y la relación con los usuarios. Dice que Minfra tomó nota de las recomendaciones que hizo el CIV y habrá señales para limitar la velocidad, pero advierte que los venezolanos no están acostumbrados a seguir las recomendaciones y al estar el plano rectilíneo, genera tentaciones en los usuarios que podrían perder el equilibrio si van a altas velocidades.
RECOMENDACIONES
1.El aumento del parque automotor en más de 150 mil vehículos hace que la autopista CaracasLa Guaira no pueda aguantar el flujo vehicular y es necesario que el Gobierno cumpla la promesa hecha el año pasado de construir la nueva autopista.
2.El mantenimiento a la carretera vieja Caracas-La Guaira debe seguir porque en la peor de las hipótesis esta vía podría convertirse en una ruta turística.
3.Con respecto a la trocha o vía de contingencia, el consejo del CIV es que la clausuren porque ya tuvo dos derrumbes de consideración y como no van a seguir en el mantenimiento puede ser de alto riesgo para los que transiten por allí REGRESAR |
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