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Difícil panorama tiene frente a sí la selección nacional luego de haber perdido la oportunidad de ganar el partido inaugural contra Bolivia.
El pacto 2-2 firmado en Pueblo Nuevo con el combinado del altiplano deja a la victoria como única alternativa vinotinto con vistas al compromiso del próximo sábado ante Perú. Si el penal a Jorge "El Zurdo" Rojas debió pitarse o no -el árbitro Mauricio Reinoso sí se equivocó, por cierto- ya eso es tema del pasado.
Hay que mirar hacia adelante cuando el margen de error es mínimo, pues cualquier otro resultado ante los incas colocaría al equipo criollo al borde del precipicio en el Grupo A de la Copa América.
Sin embargo, pese al nublado horizonte, no es hora de darse golpes de pecho.
Es verdad que resulta inevitable la sensación de revés tras haber dejado escapar un triunfo que hubiese puesto a Venezuela en posición privilegiada para avanzar a cuartos de final, pero la tropa de Richard Páez todavía tiene en sus manos su propio destino.
Y es que, así como tropezar ante los peruanos el fin de semana sería un golpe prácticamente definitivo a las aspiraciones de clasificación de la vinotinto, vencer sería un paso hacia la siguiente ronda.
La selección, eso sí, tendrá que mejorar frente a un rival que fue capaz de batir a Uruguay, uno de los máximos favoritos, con un contundente 3-0. Los errores cometidos ante Bolivia no pueden repetirse.
El cuadro vinotinto nunca pudo encontrar su nivel en el debut, practicando un juego gris, tanto que incluso se dejó robar la iniciativa. No había ideas y Juan Arango, el hombre que está llamado a decidir cuando las cosas se ponen cuesta arriba, tampoco aparecía.
Los goles marcados por Giancarlo Maldonado, al minuto 20 y Ricardo David Páez, al 55, no escondieron las imprecisiones que se repitieron una y otra vez en el equipo, tampoco el penal no pitado a "El Zurdo".
El mediocampo, espeso, no logró imponer su dominio y ello aumentó poco a poco la confianza a los hombres de "Platiní" Sánchez.
El combinado de Bolivia, haciendo un balance final, fue más.
No importa que dos veces estuviese abajo en el marcador, situación corregida por Jaime Moreno (m. 38) y Juan Carlos Arce (m. 84), porque tuvo capacidad para generar oportunidades constantes y desnudar así las carencias defensivas de la vinotinto, aunque no supiese aprovecharlas.
Si la puntería hubiese sido mejor no se estaría hablando hoy en Venezuela de un empate, sino de una derrota en su primera presentación.
Control de balón, subida constante de los laterales y explosividad en el último cuarto de cancha -características del famoso estilo que tanto ha buscado el técnico Páez- son virtudes que de manera inaplazable tendrán que aparecer en la selección para vencer a Perú. Ese tiene que ser el compromiso. REGRESAR |
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