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Luego de que el Ministerio de Educación limitó en 2006 los aumentos de las matrículas de los colegios privados, los representantes del colegio Nuestra Señora de Fátima se organizaron. Cada salón elaboró calendarios con las fotos de sus alumnos y cada padre debió vender seis. Con los ingresos, donaron aires acondicionados a la institución y realizaron reparaciones generales.
Este año la situación no será diferente. Los colegios dependerán de la generosidad de los representantes para subsistir, luego de que el lunes se publicara en la Gaceta Oficial No.
355.224 una resolución que prohíbe los aumentos de las matrículas para el año escolar 2007-2008.
El colegio Integral El Ávila nuevamente solicitará donaciones a los representantes para seguir funcionando. En los últimos dos años han aplicado esa medida para cubrir los gastos de su proyecto educativo. "Siempre hemos acatado las resoluciones y vamos a manejar alternativas. Tenemos 160 personas en nómina y la petición de donaciones es una vía para cubrir nuestras expectativas", explicó el director de la institución, Juan Maragal.
El colegio Los Samanes, por su parte, no ha tomado una decisión. Sin embargo, una educadora que prefirió no ser identificada informó que podrían tomar el camino de las donaciones por primera vez para continuar operando.
En la mayoría de los colegios ya se habían realizado asambleas de representantes en las cuales se aprobaron aumentos por diferentes porcentajes. En algunos, incluso, ya se inscribieron los alumnos. Por eso, los directores coinciden en que la resolución fue publicada tarde.
Incertidumbre. "No sé qué vamos a hacer. Somos de los colegios más económicos y tenemos un déficit de 186 millones de bolívares. Ya habíamos aprobado un aumento de 15%, pero ahora tendremos que estudiarlo", comentó la hermana Carmen Fermín, directora del colegio La Consolación.
Respuestas similares dieron las autoridades de los colegios Santa Rosa de Lima, Mérici, Santiago de León de Caracas y Caniguá. En el San Ignacio de Loyola convocaron a una asamblea general de padres y representantes para discutir la resolución. Pocos han decidido si actuar según la decisión de los representantes o de acuerdo con el mandato del ministerio.
Los profesores están preocupados. "Nos dijeron que no tendríamos aumento de sueldo y mis compañeros están molestos", dijo un trabajador del colegio Cumbres que prefirió que su identidad no fuera revelada.
Marilyn Treviño, maestra del colegio Mérici, expuso su incertidumbre: "No nos han comentado nada y eso es malo para profesores y empleados de Mantenimiento. Depende mucho de la situación económica de cada uno, pero al menos tengo mi trabajo y lo hago por vocación". REGRESAR |
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