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Las irregularidades en la distribución y venta de entradas para la Copa América ha alcanzado cotas inauditas de sectarismo, manipulación y abuso de poder, desde la misma inauguración del certamen, que comenzó con un estadio lleno de franelas rojas rojitas para aplaudir a Chávez. Hace dos días, la televisión zuliana reportó cómo desde la Guarnición Militar de Maracaibo se repartieron tiquetes entre jóvenes marabinos, pero sólo entre aquellos que aparecieran en la lista de aspirantes al PSUV. Menos conocido es el caso ocurrido en Puerto La Cruz, donde camiones de Pdvsa repartieron en las zonas populares entradas para el juego Brasil-Chile que se disputó el sábado. Hubo personas que recibieron entradas hasta para repartir y que terminaron revendiéndolas a las afueras del estadio, donde se cotizaron hasta en 300 mil bolívares. No hay duda que la robolución sigue en marcha REGRESAR |
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