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El colegio Tirso de Molina decidió mantener la matrícula del año escolar pasado para cumplir así con la resolución de los ministerios de Educación y de Industrias Ligeras y Comercio.
Pero seguir la medida y apelar a donativos para cubrir el presupuesto llena de incertidumbre a sus directivos.
"El año pasado pedimos una colaboración libre y voluntaria, pero nos fue malísimo.
Sólo 30% de los padres hizo el donativo. Este año tenemos la esperanza de que el apoyo aumente", comenta el director, padre Marcos Sánchez.
Para que las donaciones no queden en promesas, informa que hablarán con los representantes y explicarán la situación económica de la institución que tiene 861 alumnos.
Asimismo, buscarán la manera de mejorar los servicios para demostrar que la intención no es enriquecerse sino llevar una educación de calidad.
Aunque la decisión final la tendrán los padres, el colegio presenta la opción de que cada mes se paguen los mismos 164.500 bolívares del año anterior más un donativo de 50.000 bolívares. Este último equivaldría al aumento de 30% acordado en la asamblea de representantes efectuada antes de la publicación de la resolución.
Aunque algunos padres se han quejado y han sido respetados en su derecho de limitarse al pago del año anterior, la mayoría ha realizado la inscripción y ha aceptado la propuesta, informa Sánchez.
Pero no todas las instituciones privadas han hecho de ese aporte algo voluntario. El Colegio La Salle La Colina, por ejemplo, lo solicitó como colaboración durante el año escolar pasado y ahora para la renovación de matrícula exige el recibo como requisito.
Hoy se reunirá la comunidad de La Salle con carácter de urgencia, luego de que un representante denunció la situación. En varios recintos se ha habido quejas. Las multas por incumplimiento de la resolución puede ascender a 800 millones de bolívares.
Protección al magisterio.
Mientras los colegios más grandes han iniciado con preocupación la discusión en la comunidad educativa otros más pequeños han decidido cobrar de acuerdo a lo decidido en la asamblea de padres. Según informó una fuente que prefi rió no identifi carse, en el preescolar Puki Puki, por ejemplo, no se discutió el impacto de la resolución, pues sus alumnos habían cancelado la inscripción.
En el colegio Nuestra Señora de Fátima están en proceso de renovación de matrícula y, con temor, su dueño y administrador, Giovanni Toscano, explica su posición: "Seguimos adelante con el aumento de 30% que aprobó la comunidad educativa. A los representantes que preguntan se les explica que es para aumentarle a los profesores el salario por hora. REGRESAR |
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