Un bombero que no estaba de guardia pero se guió por el llanto de un niño para un rescate casi milagroso; una madre que soportó el peso de los escombros en la espalda para proteger a sus hijas; el trabajador de Pdvsa que intentó cerrar la valvula y un voluntario que alivia, también, el dolor de los animales de Amuay. Son algunos de los que, al momento de la explosión, pensaron también en los demas... REGRESAR |