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Liliana Carias antes confiaba en que el presidente Hugo Chávez le cambiaría la vida. Pero ya no.
Por años ha vivido en una casa humilde sin agua corriente, y tras votar por Chávez en las tres últimas elecciones, esta madre soltera de cuatro hijos dice que ya se cansó de esperar.
Ella estaba entre las miles de personas que gritaron su apoyo al candidato opositor en la barriada pobre de Petare, que antes era un baluarte seguro para Chávez. Sostenía una carta escrita a mano dirigida a “Mi futuro presidente Henrique Capriles”, expresando preocupación porque su salario como cajera de supermercado no le alcanza y por la posibilidad de que su casero la eche a la calle.
“Necesitamos cambio”, dijo Carias a medida que pasaba la bulliciosa caravana de Capriles. “Yo creí que con Chávez venía el cambio pero estoy muy desilusionada. Nos prometía de todo pero nada ha cambiado. No tengo agua, desagües ni electricidad”.
Desde madres solteras a trabajadores de construcción, algunos venezolanos que antes apoyaban a Chávez están desilusionados con el gobernante y ahora respaldan a Capriles, y se han convertido en un electorado clave con miras a las elecciones del 7 de octubre.
Las encuestas no especifican la cantidad de chavistas desilusionados, pero entre ellos parece haber desde obreros hasta gente de clase media. Las encuestas revelan además la ansiedad de los votantes por los temas económicos, una inflación que asciende a 18% y un índice de asesinatos que se ubica entre los peores del mundo.
A pesar del enorme gasto en programas sociales del gobierno, perduran problemas crónicos, como la escasez de vivienda. Las paupérrimas barriadas que rodean los centros urbanos han crecido bajo Chávez, y la construcción de viviendas nuevas no alcanza para satisfacer a la enorme demanda, por lo que mucha gente como Carias termina esperando años por un apartamento. .. REGRESAR |
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