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La campaña del candidato rojo no fue precisamente color de rosa. Durante los más de 90 días de contiende ha debido sortear algunos traspiés en sus actos públicos. Comenzó con el pie izquierdo o, mejor dicho, con la rueda izquierda. Luego del recorrido del arranque de campaña, el camión donde se trasladaba debió ser sustituido porque se le fundió el motor.
El primer gran acto fue en Anzoátegui. El inclemente sol del oriente se escondió y la lluvia aguó la fiesta del candidato oficialista. Ese día, el gobernador Tarek William Saab se llevó un regaño por la vialidad y los asistentes abandonaron temprano la concentración ante las casi tres horas de espera.
En Guárico, los simpatizantes del chavismo no esperaron ni 20 minutos de discurso. Cuando su candidato apenas calentaba los motores discursivos, más de uno iba en contravía a la tarima y lo abandonaron ante una intermitente lluvia. En esa oportunidad, el abanderado del oficialismo estaba enfermo de gripe y con ronquera, lo que lo mantuvo fuera de la escena por, al menos, los siguientes tres días.
La concentración del estado Bolívar transcurrió con normalidad, sin embargo el contratiempo ocurrió al finalizar la actividad. Dos autobuses con militantes del PSUV chocaron dejando un saldo de 37 heridos.
En Vargas, la carroza del candidato se quedó atorada en una alcantarilla mal puesta por el gobierno del gobernador Jorge García Carneiro y la movilización no fue la más nutrida. Diosdado Cabello y Darío Vivas se encargaron de buscar a los motorizados que llenarían el espacio para que la imagen fuera más impactante.
En Zulia le reclamaron por la implementación del chip para la gasolina, los asistentes a la avenida Circunvalación mostraron su rechazo a la medida y le gritaban. Su respuesta fue ratificar la medida, entre gritos.
En su segundo encuentro con los medios de comunicación desde El Calvario en Caracas, el audio se fue por más de 2 minutos. Aunque la situación se solventó, el oficialista se molestó. La segunda visita a Carabobo no fue placentera.
Chávez subió el tono de su discurso luego que anunció que Nicolás Maduro no sería el candidato a gobernador. "Aquí el que importa es Chávez, yo he dicho Ameliach para la gobernación", espetó. En esa oportunidad recibió pitas y silbidos en rechazo a la decisión, especialmente de quienes coreaban a Rafael Lacava para el cargo.
El rechazo a las imposiciones se hizo presente nuevamente. En Portuguesa objetaron la presencia de Wilmar Castro Soteldo en la misma carroza del candidato. Una gran pancarta que decía "Chávez sí, Castro no" adornó las pantallas de VTV por varios minutos.
LA CAPITAL LO ABANDONÓ
Hasta el momento, en tres oportunidades se han hecho movilizaciones "rojasrojitas" en Caracas. El Valle y Catia, específicamente lo abandonaron. En la primera lo esperaban el 25 de julio pero él fue el 26.
Los militantes del PSUV no fueron los únicos que se manifestaron en la visita a la parroquia El Valle, desde los edificios se repitió la escena de 2006 cuando cacerolearon el paso de la caravana. Mientras que Catia se nutrió de empleados públicos y gente de otros estados. Pese a esto, y ante la escasa concentración, Chávez decidió no dar un discurso en la tarima al finalizar la caravana
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