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Por más de dos horas, el canal 8 suspendió toda información acerca del recorrido que hacía el presidente Hugo Chávez dentro de Sidor, así como de la tan esperada firma del contrato colectivo.
Incluso, por un momento se suponía que el acto de cierre estaba cancelado. Los periodistas que aguardaban desde las 10.00 am bajo el toldo especial comenzaron a abordar los autobuses para salir de Sidor ante la supuesta suspensión del acto. Igual ocurría con numerosos trabajadores.
Cuando ya se iban, llegó una contra orden. El acto sí se realizaría. El canal 8, que repetía noticias internacionales sin informar nada del evento, luego de que transmitió cada paso de la primera fase del recorrido presidencial por 'Laminación en Caliente', retornó sin explicar el largo 'bache'.
UNA ACCIDENTADA FIRMA Lo que había pasado a escondidas del país, pero ante cientos de trabajadores en ese lapso (censurado por el canal 8), explica la furia con la que el Presidente regañó duramente a un sindicalista 'de franela roja' durante el discurso televisado, a quien calificó de manipulador e insensato y a quien advirtió: 'no me va a chantajear' por el caso de los trabajadores de las contratistas externas, a quienes se ha dado en llamar no del todo correctamente, 'los tercerizados'.
Cientos de estos trabajadores liderados por dos sindicalistas tomaron el lugar donde se firmaría el contrato colectivo y además de aplaudir a ese sindicalista, abuchearon insistentemente a todo el resto de la directiva del sindicato.
Sutiss, entonces, optó por retirarse del lugar y la firma del contrato sufrió un percance que se pudo solucionar al llevar el acto a otro lugar.
LOS ' TERCERIZADOS ' En Sidor, además de sus 6.500 trabajadores de nómina (4 mil de ellos de contrato colectivo y el resto de la nómina de conducción) hay 9 mil trabajadores externos que laboran para diversas contratistas que le prestan servicios a Sidor.
Un permanente discurso de algunos sindicalistas y de voceros chavistas señaló a todos esos 9 mil trabajadores como 'tercerizados', es decir, trabajadores que hacen labores siderúrgicas pero a quienes quitan derechos laborales por no estar en nómina.
Ese reclamo fue usado por el chavismo, un sector sindical y el mismo Gobierno, para reclamar la estatización y posteriormente justificarla. El problema surgió cuando, tras el anuncio de estatización, los 'tercerizados' comenzaron a reclamar lo que les habían prometido: su ingreso a nómina.
Sutiss y el Gobierno acordaron incorporar a nómina unos 800 trabajadores, cuyas labores están tipificadas en el artículo 97 del contrato colectivo como labores siderúrgicas y por estar en empresas subcontratadas en supuesta violación de la Ley.
El resto no fue contemplado como 'tercerizado' por lo que muchos se sintieron engañados. Los usaron para alimentar la lucha contra la transnacional pero ahora gobierno y sindicato repiten lo que decían 'los argentinos': si se incorporan esos 9 mil trabajadores, la empresa va a la quiebra. De allí la protesta.
PROMESAS PARA AQUIETAR Además del duro regaño al sindicalista que mantiene esa bandera para hacer campaña contra las otras facciones sindicales, el Presidente usó su habilidad para hacer promesas que mantengan la expectativa.
Prometió que una parte de los trabajadores de las contratistas serían incorporados 'a la nueva siderúrgica que estamos construyendo en Ciudad Piar'. También habló de oportunidades para los cupos de trabajo de 'la nueva fábrica de tubos'.
Diez años después de tener en sus manos todo el poder político y el más grande poder económico en petrodólares de la historia venezolana, el presidente Chávez prometió que hará múltiples proyectos industriales 'aguas abajo' para procesar el hierro, el acero y el aluminio y darle valor agregado.
Los proyectos que con tanto dinero y tanto poder, no ha promovido durante diez años. Lo mas dramático, sin embargo, es que ni en Ciudad Piar ni en otro lugar de la geografía guayanesa o nacional se está construyendo ninguna siderúrgica nueva. Ni de 'aceros especiales' como dijo Chávez, ni de otro tipo. La 'Ciudad del Acero', tres veces anunciada o prometida como obra iniciada, no existe.
En Ciudad Piar junto al Cerro Bolívar, solo se está construyendo (proyecto iniciado en el gobierno de Caldera, luego paralizado y ahora reiniciado) es la Planta de Concentración de Mineral de Hierro que construye una transnacional española para Ferrominera.
De la supuesta siderúrgica 'nueva' no existen ni planos, ni proyectos ni construcción alguna.
Algunos especialistas en siderurgia nos han dicho que una planta de 'aceros especiales' por su propia naturaleza sería una empresa muy pequeña, de enorme costo financiero, tecnología de primer mundo y de mercado muy reducido, aunque valioso. Son poquísimas las que existen en el mundo.
Y lo mas insólito es que mencionara además la nueva fábrica de tubos que supuestamente 'inauguró' en septiembre pasado en un Aló, Presidente en el área de Sidor y cuyo terreno vacío, donde apenas queda el resto de la 'piedra fundacional' pues la placa se la robaron, está justo al frente a lugar donde se hizo el acto del lunes.
Ese terreno baldío que Chávez dijo que estaba muy feo y que 'lo pusieran bonito', es donde se supone que se está construyendo la 'nueva' fábrica de tubos. Polvo y monte es lo que hay allí, aunque se rumorea que el ministro Sanz presiona para abrir una licitación que haga creer que sí se está haciendo algo. Los gritos de los trabajadores se colaban en el audio de VTV.
'¡Es allá al frente!', le decían cuando Chávez hablaba de la fábrica de tubos nueva y anunciaba que Pdvsa la iba a financiar a cambio de un pago posterior en tubos.
REGAÑADOS SIDORISTAS Quien haya visto por VTV ese acto desde Sidor habrá comprobado lo que relatamos la semana pasada en este mismo espacio. El Presidente denuncia o avala denuncias sobre irregularidades en la Sidor propiedad de Ternium e incluso –como hizo el lunesregaña a los trabajadores por permitir esas irregularidades, pero esconde que por Ley y en los hechos, su gobierno tuvo cuatro directores en la Junta Directiva de Sidor estos 9 años.
Que la Ley obligaba a esos directores a ser 'vigilantes del cumplimento de las leyes venezolanas' y 'protectores de los intereses de la nación'. Que esos directores, todos chavistas y designados personalmente por Chávez reportaban (o debían hacerlo) a los ministros respectivos.
Y que el presidente Chávez estaba obligado por ley para 'proteger los intereses nacionales' a pedir cuentas a esos directores y sus ministros. ¿Incumplió la Ley el Presidente? ¿Nunca tuvo tiempo de pedir cuentas de que se hacía dentro de Sidor en 9 años? Es que el presidente relató que durante el recorrido, un trabajador le dijo que 'la transnacional desmanteló y se llevó del país varios equipos y maquinaria'.
Entonces, Chávez reclamó a los trabajadores: '¿Por qué ustedes los trabajadores permitieron que eso ocurriera? '. Alguien del público gritó culpando al sindicato.
Y Chávez insistió 'No sólo el sindicato... los trabajadores son responsables...ustedes... hay que hacer la crítica'. Una vez más descarga en otros (sus ministros o el pueblo) las culpas y responsabilidades de su gobierno y de su propia persona en tanto funcionario con obligaciones asignadas por la Ley.
ACCIONISTAS B Así como regañó a los dirigentes de los trabajadores de las contratistas y trató de aquietar a estos haciéndoles promesas –aunque sobre ingresos en proyectos inexistentesel presidente, en cambio, guardó silencio total e ignoró totalmente a dos grandes grupos de ciudadanos vinculados al caso Sidor.
Los 10 mil accionistas B que no son trabajadores activos no recibieron ni una palabra. Ni para bien ni para mal. Silencio total. Algunos temen que la 'exclusividad del Estado sobre las actividades siderúrgicas' que señala el dictamen del Tribunal Supremo de Justicia, signifique estatizar también las acciones de los ex trabajadores y jubilados igual que las de los trabajadores activos.
Otros estiman que el Gobierno no tomará una medida tan impopular tomando en cuenta que estatizó la empresa y otorgó el contrato colectivo por motivos electorales, pero que poco a poco esas acciones irán perdiendo valor a medida que la empresa entre en el carril del derroche, el clientelismo político y las pérdidas económicas.
Los otros ignorados fueron los llamados 'Pioneros siderúrgicos', antiguos trabajadores de la Sidor original de los años 60 y 70, casi todos de la tercera edad, que han venido reclamando un espacio para adquirir acciones tipo C y recibir beneficios. REGRESAR |
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