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La anterior administración de la Siderúrgica del Orinoco tenía conocimiento de que la empresa iba a ser nacionalizada y por eso se dedicó a extraer la mayor cantidad de beneficios en el menor tiempo posible -aún a costa de la salud financiera de Sidor- antes de que se produjese el traspaso al sector oficial.
Así lo considera Rafael Velásquez, director principal laboral de Sidor, quien afirmó que el problema que se ha generado por la decisión de la empresa de no entregar dividendos entre sus accionistas tiene su origen en la actitud de Ternium de calcular, en los dos primeros trimestres del año, excedentes de caja basados en ventas a futuro de acero, lo que le permitió pagar altos montos a los tenedores de acciones y quedarse con la tajada que les correspondía como accionista mayoritario. 'En el segundo trimestre se pagaron 17 bolívares fuertes por acción, era muy buen monto, todos estaban contentos', dijo.
Además, Ternium dejó de cancelar a los proveedores de la siderúrgica, lo que llevó a la acumulación de una deuda que la actual administración debe honrar para poder mantener la operatividad de la empresa.
'La realidad es que ahora Sidor registró pérdidas en el tercer trimestre y no hay excedentes de caja para pagar a ningún accionista. Hay mucha manipulación en el ambiente.
Les dicen a los accionistas clase B cualquier cosa, que hubo tal cantidad de ganancias, para enrarecer el ambiente, por ejemplo. Hoy circuló el rumor de que Sidor iba a pagar 2 bolívares fuertes por acción. No sé de dónde sacan eso. Lo oficial es que no hay excedentes de caja y por lo tanto no habrá dividendos', explicó Velásquez.
Esta decisión provocó el disgusto de los accionistas clase B, que el miércoles y el jueves protestaron en Ciudad Guayana. Ayer viernes la calma regresó a la ciudad, a pesar de los falsos rumores de que sería reconsiderada la decisión de no pagar dividendos, los cuales provocaron la convocatoria a una reunión de urgencia de la directiva de Sidor que se realizará esta noche.
Rafael Velásquez desmintió que las pérdidas registradas por la siderúrgica en el tercer trimestre tuvieran que ver con la incorporación a la nómina de 1.300 trabajadores de las contratistas (tercerizados), pues el dinero para cubrir esta incidencia vino directamente del Ejecutivo a través del Ministerio de Industrias Básicas y Minería. REGRESAR |
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