Una nutrida representación de los 191 trabajadores de Cerámicas Carabobo, que permanecen en conflicto desde septiembre de 2008, se concentraron ayer frente al Palacio de Justicia de Puerto Ordaz y exigieron que la empresa sea nacionalizada, tal como lo hizo ver el presidente de la República, Hugo Chávez.
Los trabajadores denuncian que desde hace seis meses, por no estar operativa la industria refractaria no reciben salarios y ni las utilidades les han sido canceladas.
Los empleados están esperanzados en la intervención del Presidente y sostienen que 'deben hacer cumplir su mandato del 29 de octubre, cuando le dijo a Rodolfo Sanz que si el conflicto en la planta no cedía, la empresa debería ser nacionalizada'.
Con pancartas en mano, los empleados exigieron que la empresa pase a ser cogestionaria como CVG-Alcasa y piden que los pasivos laborales -superiores a 6 millones de dólarespasen a ser participaciones accionarias y equitativas entre los empleados.
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