Quince meses de cárcel, dos años de libertad condicional y una multa de 25.000 dólares. Esa es la sentencia que la juez Joan Lenard impuso ayer en Miami al empresario venezolano Carlos Kauffmann, uno de los cuatro acusados en el caso del maletín.
Kauffmann, que se declaró culpable en febrero, está en prisión desde diciembre de 2007 y por tanto saldría en marzo de 2009. No obstante, su abogado Jack Denaro declaró a la prensa que su cliente podría abandonar la cárcel a mediados de enero por buena conducta.
Su cooperación con la Fiscalía y su testimonio durante el juicio contra su socio Franklin Durán le han beneficiado en esta sentencia por su papel en el intento de silenciar el origen y destino de los 800.000 dólares confiscados a Guido Antonini Wilson en Buenos Aires, en agosto de 2007. Kauffmann fue el testigo que más dio de sí. El que reveló la red de corrupción que los convirtió en millonarios, implicando a varios ministros y gobernadores venezolanos.
Durante casi una hora de audiencia, su abogado pidió a la juez que Kauffmann, de 36 años, no sea deportado, si bien Lenard le explicó que no puede hacer esa recomendación ya que como extranjero que ha cometido un delito en EEUU podría ser obligado a abandonar el país. Lo que es seguro es que, gracias al acuerdo al que llegó con la Fiscalía, Kauffmann no será devuelto a Venezuela. Pero eso no impide que inmigración decida enviarlo a un tercer país.
Tras Maionica (condenado a dos años de cárcel) y Kauffmann (a 15 meses) llegará el turno del uruguayo Rodolfo Wanseele Paciello, que escuchará su sentencia el próximo lunes. Durán la recibirá el 12 de enero. REGRESAR |