No quisiera estar en el pellejo de más de 140 venezolanos, incluidos empresarios y emergentes, que confiaron sus 3.500 millones de dólares al grupo Stanford Bank, cuya sede principal está en la isla caribeña de Antigua, así el jefe señor Stanford viva cómodamente en Texas y se mueva por todo el mundo en viajes de placer. Nunca quiso venir a Venezuela a pesar de tener sitios paradisíacos porque tenía un juicio incoado por uno de sus ejecutivos, Gonzalo Tirado, quien al final fue el perdedor, con razón o sin ella. Desde hace varios años se hablaba de las conexiones de estos venezolanos con Antigua y de los problemas de este grupo. Sin embargo, el señor Stanford logró superar a su manera los escollos y compró en Venezuela un banco pequeño, que luego convirtió en una filial de su imperio piramidal. Para Jhon Rhodes, uno de los detectives que trabaja el caso en Estados Unidos, la cacería estaba montada. Así pudieron hacerse de informaciones relacionadas con aviones privados venezolanos que desembarcaban en la isla muchas bolsas llenas de dólares. Las hoy víctimas, atraídas por intereses jugosos, creían haber doblado sus fortunas. Rhodes cree que además de empresarios, podría haber gente vinculada a la política y sus testaferros. El señor Stanford, como empresario 'emprendedor', aseguró para sus haberes a un sector de conexión de nuevos ricos venezolanos, muchos de ellos radicados en Caracas y estados centrales. Este escándalo no afecta al Stanford de Caracas, al cual SUDEBAN respaldó como banco sano. El banco tenía clientes en más de 130 países. Stanford por sus 'actividades filantrópicas' fue premiado con la máxima condecoración del gobierno de antigua y hasta un título de nobleza acumuló en su bóveda personal. Según Rhodes, la lista de los clientes podría aparecer en una página Web que las autoridades norteamericanas colocaran en la red. Hay quienes sospechan que gente vinculada a los empresarios del 'maletinazo' pudieran estar en la amplia clientela de los Stanford. El grupo desarrollaba programas de filantropías, en lo que llamaron Stanford Go Green y Stanford Bank Active Rotary Club, además de otras obras para el trabajo comunal. El grupo de dirección lo integraban en su orden Juan Rodríguez Telantine, Miguel Pacheco, Alan Lapointe, Beverly Jacob y Jenan Smith. Un ex ejecutivo de Petróleos de Venezuela, durante la gestión de Caldera, apareció entre directivos anteriores, pero el informe reporta su renuncia 'a tiempo'. El venezolano formó parte del grupo de estrategias energéticas de Bush. En la junta de directores figuraba hasta ayer, con América Latina y el Caribe. Graduado en la Universidad de Baylor. Por ahora, los Estados Unidos han solicitado a la administración de Antigua la lista de los clientes, para alimentar la página Web sobre el caso. La idea, según Rhodes, es que podamos lograr por esa vía cualquier información útil para la investigación. Allen Stanford vino a Venezuela en actividades filantrópicas invitado por la organización Colmena de la Vida. Ese día hizo una sustanciosa contribución. La junta sustituida por la intervención la presidía hasta ayer el economista Hugo Farías. A última hora me dicen que el gobierno decidió poner en venta el banco Stanford Venezuela y entre los posibles ofertantes aparecen un grupo emergente, el banquero Carlos Gil y un empresario de seguros, además de Carlos Zambrano REGRESAR |