BARRERAS ANATÓMICAS

 

La piel intacta es tanto una barrera para la entrada como un medio hostil para el crecimiento microbiano.

La superficie externa de la piel consiste de células muertas, secas, llenas de proteínas, córneas parecidas a la del cabello y las uñas. Como consecuencia la mayor parte de los microbios que se establecen en la piel no pueden obtener el agua y nutrientes que requieren.

Las secreciones de las glándulas sudoríparas y sebáceas también cubren la piel. Estas secreciones contienen ácidos y antibióticos naturales que inhiben el crecimiento de hongos y bacterias.

Las mucosas, membranas de los tractos digestivos y respiratorios también están bien defendidas. Al secretar el moco que contiene enzimas antibacterianas o al atrapar microbios que entran por la nariz o boca.

Los cilios que se encuentran sobre las membranas barren el moco con todo y microbios, hasta que es eliminado del cuerpo mediante la tos, el estornudo o es tragado.

Si los microbios son tragados entran al estómago donde son destruidos por el ácido presente. Si pasan al intestino las bacterias presentes en él evitan que otras se alojen al segregar sustancias que las destruyen.